Bueno mami, ¡me voy de la casa!
- Daniela
- 3 nov 2021
- 6 Min. de lectura
¿Cuántos de ustedes ya se independizaron o planean hacerlo?, ¿tienen roommates, viven solos o en pareja?, ¿cómo fue su experiencia cuando se fueron de la casa?, ¿se fueron por voluntad propia o por las circunstancias? Qué montón de historias diferentes deben de existir... Hoy quiero contar la mía.
Me acuerdo que yo desde pequeña siempre dije que quería vivir sola, era uno de mis sueños, lo más irónico es que soy la chineada de mi casa y aún así, una de mis metas cuando estaba pequeña era que iba a crecer, tener un buen trabajo e irme de la casa, tener mi propio espacio, algo que fuera solo mío, incluso soñaba con mi futura casa, como la quería exactamente. No necesariamente vivir sola iba a ser algo permanente, pero sí soñaba con vivir la experiencia.
Y hablando de ser independiente, siempre me sentí así, muy independiente. Estaba acostumbrada a no necesitar de nadie más que de mí para solucionar mis problemas, luchar por mi sueños, tomar mis decisiones - mis malas decisiones, en su mayoría - e irme a vivir sola era lo que me faltaba en mi lista, claro, nadie nos prepara para cuando llega el momento, ni nos entrenan para todo lo que se viene después; facturas, alquiler, comida, limpieza, responsabilidades, etc. Uno en su ingenuidad solo se imagina lo bueno, pero como dice mi mamá: ”No es lo mismo verla venir, que bailar con ella”.
Como les dije, vivir sola era un meta, no sabía cuando pasaría, ni bajo qué circunstancias, pero estaba segura que lo quería… Con el tiempo no fue que el sueño desapareció, sino que aún no estaba preparada, y no sé si esto solo me pasa a mí, pero como que uno crece y no se da cuenta. Uno va en la vida como en automático, viviendo a su ritmo y cuando menos se lo espera, ¡bum! Ya te consideran un adulto, ¿en qué momento? Y de pronto todo eso que soñaste cuando eras niño(a) ya podes empezar a construirlo, ¡y no nos damos cuenta! se nos hace muy difícil ver que en realidad sí podemos, ya llegamos a ese momento que tanto esperamos, y dar el salto es lo que más cuesta.
¿Cómo fue para mí tomar la decisión de dar ese paso? Bueno, en un momento de mi vida en el que todo estaba patas para arriba, en el que sentía que ya no tenía el control de nada, le dije a mi mamá: Bueno mami, ¡me voy de la casa!, ¿Qué podría salir mal?, nada mejor que tomar decisiones importantes cuando todo alrededor se nos está incendiando, ¿verdad? Mi vida es un continuo tomar decisiones impulsivas en momentos poco adecuados, y espero no ser la única.
Sí, suena muy dramático, pero no se imaginen un episodio de la Rosa de Guadalupe, decidí irme de la casa de mi mamá - qué extraño es verla ahora de esa forma, por cierto - porque pensé que una de las maneras en las que podia volver a sentir que tenía el control de mi vida, era realmente hacerme responsable por mi misma. Mi mamá, como en todas las ideas locas que he tenido, me apoyó, se puso triste, sí, lloramos un poco, pero me sostuvo fuerte la mano y me ayudó a ser valiente, como lo ha hecho desde el día que llegué a este mundo.
Ya llevo un tiempo viviendo sola, y aún así, a veces me pongo a contemplar todo lo que he construido yo misma, con mi esfuerzo y mis ganas, y no me lo creo. Esta nueva aventura ha sido de esos eventos en mi vida que me han hecho sentir demasiado orgullosa, es más, creo que hasta el momento es lo que más me ha hecho sentir orgullosa de mi misma.
Estos meses han sido la oportunidad para demostrarme lo fuerte que en realidad soy, lo resiliente, lo valiente e incluso lo ordenada😅, porque ese es otro tema, ser la única persona encargada de la limpieza solo nos deja ver si realmente somos limpios y ordenados o no, y en mi caso yo misma me he sorprendido, jamás pensé que sería ese tipo de persona que quiere ver todo limpio y lindo siempre, y es que vivir sola también me ha dado la oportunidad de conocer una versión totalmente nueva y diferente de mí, ya no tengo a nadie que me diga si algo está bien o no, ya no hay nadie que arregle lo que se descomponga, que me ponga hora de llegada, que me abra todo lo que yo no puedo - un día tuve que abrir una botella con los dientes 😂 -, ya no hay nadie que me ponga reglas. Soy totalmente responsable de mí, y yo misma tengo que ver si todo sale bien o todo sale mal.
Claro, vivir sola tiene montones de pros, pero no todo es bonito siempre. A veces hay momentos de frustración, de estrés, de no saber qué hacer, y dependiendo de la educación que nos hayan dado en nuestra casa, vivir sola también significa reeducarnos y aprender un montón de cosas nuevas. Y ni hablar de la soledad. Vivir sola ha sido de las mejores experiencias que he tenido, pero hoy puedo confirmar que no se hizo para todo el mundo. No todos tienen la capacidad de estar solos todo el tiempo y realmente disfrutarlo. Para los que sí lo disfrutan y aún no han tomado la decisión, ¡háganlo! Pienso que es algo que todos deberíamos experimentar en la vida.
Y hablando de lo que no es tan bonito de vivir sola, ¿ustedes cómo hacen cuando algo se descompone? Yo he tenido ya varias emergencias, se me ha inundado el apartamento unas 4 veces, he tenido que arreglar tubos, arreglar la lavadora, entenderme con caseros, y en algún momento he querido sentarme en el piso a llorar de lo harta que estoy. Eso sin contar que a mi vida he tenido que sumarle los viajes al súper, los días de lavado, los días de limpieza, planificar menús diarios, tener un presupuesto, tener en mi lista de contactos algún señor que todo lo arregla, ir a alguna tienda y en lugar de comprarme ropa comprar algo para la casa, no olvidarme de cerrar la puerta en las noches, asegurarme de no dejar la cocina encendida y la lista sigue… básicamente tratar de mantenerme a mí y a mi gata con vida 😅 y claro está, lidiar con el hecho de ser mujer y vivir sola en una sociedad que aún es demasiado machista, estoy HARTA de escuchar la frase: ”usted lo que necesita es un hombre” cuando hay que reparar algo, cuando hay que comprar algo grande, cuando hay que hacer lo que sea, como si yo no pudiera hacerme responsable de mi misma y necesitara a alguien que siempre esté ahí “cuidándome”, pero bueno, con todo y todo, no lo cambio por nada, no cambio la paz que esta experiencia me ha traído, lo mucho que me ha hecho crecer, y como me ha ayudado a conocerme y disfrutar el tiempo conmigo misma, la libertad que tengo ahora de decorar como a mi me gusta, de poner mis propias reglas y horarios, de tener mi propio espacio, de construir un hogar para mí y sentirme segura, es de las mejores cosas que he experimentado.
Muchas veces extraño mi casa de toda la vida, extraño a mi mamá, a mi familia, extraño el ruido, extraño salir de mi cuarto y que haya alguien afuera con quien hablar, extraño escuchar la música de mi mamá en las mañanas que muchas veces me despertaba, extraño el olor a café en las tardes, extraño la comida de mami e incluso a veces extraño no tener tantas responsabilidades, pero creo que extrañar todo eso es parte de crecer, en realidad extraño la vida sencilla que tenía cuando aún estaba en el cole o incluso en la U, pero la misma vida nos obliga a mantenernos en constante cambio y está bien, sino todo sería muy aburrido, y lo bueno de extrañar todo eso es que ahora lo valoro más, valoro más el tiempo con mi mamá y con el resto de mi familia, amo las visitas a su casa y que me invite a comer, y bueno, eso es otra cosa, como la relación con nuestra familia mejora después de que nos vamos de la casa, o no sé si solo a mí me pasó, pero desde que me fui, la relación con mi familia mejoró muchísimo, ya nunca peleo con mi mamá porque claro, ya no se enoja si dejo los platos sucios, si mi cuarto está desordenado o si llego tarde, ya no peleo con mis hermanos, más bien me llaman para invitarme a salir y es ¡HERMOSO! Es irónico pensar que la distancia puede unir personas, pero realmente es así.
Si están pensando en independizarse, ¡háganlo! si están esperando el momento correcto, créanme que nunca va a llegar, nunca nos vamos a sentir lo suficientemente preparados, y está bien, las mejores experiencias muchas veces son esas que hacemos con miedo e incertidumbre, eso son los mejores cambios, los que nos van a hacer crecer. Si les puedo dar un consejo, ¡ahorren! Ahorren todo lo que puedan porque independizarse es caro, pero cuando tengan ese ahorro, úsenlo, gasten en ustedes, gasten en la vida que quieren. Vivan la experiencia, vivan esa aventura.
La foto de la entrada de hoy es del día que terminé de acomodar todas mis cosas en mi segundo apartamento, junto con mi gata Salem que me ha ayudado a convertir este lugar en un hogar y que ha sido la mejor compañía que he podido tener. Hoy, ella y yo somos una familia, y amo nuestra pequeña familia.
Una vez más, gracias por leerme. ¡Vayan a perseguir sus sueños!
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