¡Qué bonitas mujeres!
- Daniela
- 20 dic 2024
- 4 Min. de lectura
Un día de estos estaba pensando en cómo ha crecido mi familia nuclear y en cómo ha crecido también mi círculo social. Cuando estaba pensando en eso me di cuenta del montón de mujeres que tengo hoy en mi vida y no podría estar más agradecida por esos mujerones que de verdad lo han cambiado todo.
Yo crecí en un hogar siendo la única hija, tenía dos hermanos mayores y mi papá, así que mami y yo éramos las únicas mujeres de la casa. En el resto de mi familia siempre eran más los hombres, más tíos, más primos, las mujeres éramos menos. Inevitablemente crecí en un ambiente mayormente de hombres, y para sumarle a eso, siempre tuve más amigos hombres también.
Esto último lo relacioné a que como estaba más acostumbrada a convivir con hombres, igual y me sentía más cómoda con ellos. Tenía amigas, sí, pero no era lo común, incluso me peleaba más con las mujeres cuando estaba creciendo, recuerdo que en la escuela e incluso en el colegio, quienes me hacían más bullying eran las otras niñas, y mi mamá un día me dijo: “mi amor, las mujeres suelen ser muy hipócritas y traicioneras entre ellas.” Y bueno, yo crecí con ese pensamiento. Aún así tuve buenas amigas, algunas que todavía conservo y bueno, otras que no. Igualmente, tampoco muchos de esos amigos varones siguen en mi vida así que, independientemente del género, hoy sé que lo más normal es que las amistades también se vayan quedando en el pasado.
El tiempo pasó y llegó la universidad. Los primeros años de U fueron muy intensos e inestables, me cambié 3 veces de carrera y de universidad, así que no forjé relaciones de amistad muy sólidas en esos primeros años, y mi grupo de amigos del colegio se fue reduciendo porque bueno, ya todos teníamos vidas distintas. Fue cuando en el 2016 empecé la carrera que iba a ser la definitiva y ahí conocí a la que hoy es una de mis mejores amigas, Sofi.
Sofi y yo nos conocimos desde el primer curso de la carrera y no nos volvimos a separar. Creo que su título y el mío literalmente son un mérito en conjunto, trabajos, exámenes, proyectos, investigaciones, incluso trabajamos en la misma empresa en algún momento. Yo había tenido a mi mejor amiga de la infancia, pero un día decidió terminar nuestra amistad, nunca entendí bien porqué, creo que ese fue mi primer corazón roto, qué loco, ¿verdad? Qué poco se habla de que la ruptura de una amistad duele igual o más que la ruptura de una relación amorosa, ¿o solo a mí me pasa así?
Sofi fue una de las que me ha enseñado que la amistad entre mujeres no era como lo decía mi mamá, al menos no la verdadera amistad. Aunque hoy ya no estamos tan cerca como antes, hace un año nos hicimos un tatuaje juntas que creo que representa lo comprometidas que estamos las dos a estar ahí para la otra, no importa cuánto cambie la vida o que tan lejos estemos.
Tengo otra amiga, Amanda, tenemos desde los 6 años de conocernos, he pasado más años de mi vida con Amanda que sin ella. Amanda está ahora aún más lejos, pero está, y espero que sepa que yo también estoy y estaré.
Es súper normal que la vida nos aleje de esas personas que antes veíamos o convivíamos más seguido, pero me gusta pensar que aún así, si uno realmente quiere, no hay necesidad de desaparecer por completo de la vida del otro.
Estando en la universidad, terminó una relación que tenía, mi relación de pareja más larga hasta ahora, y me sentí sola como no se imaginan, pero de esa relación saqué a Glori, ella era la novia de uno de los amigos de mi ex. Glori y yo nunca perdimos el contacto aunque yo ya no pertenecía a ese grupo donde nos habíamos conocido, pero cuando su relación también terminó nuestra amistad tomó fuerza y en el último año aún más.
Luego vinieron los trabajos, de ahí también he sacado amigas, pero ningún trabajo como del que tengo actualmente, aquí he conocido un grupo de mujeres increíbles, la mayoría ya ni siquiera trabaja más conmigo, pero la amistad se quedó, con algunas incluso me fui de viaje, a otras las he visto comprometerse, casarse, y me parece lo más bonito. ¿Saben por qué? Porque mi yo de chiquita pensaba que eso no existía, que la amistad entre mujeres era hipócrita y superficial, pero ahora que soy una adulta he formado una comunidad con estos mujerones y de verdad que estoy súper agradecida por eso. Con algunas soy más cercana que con otras, pero no importa, hoy son el grupo de amigas que nunca había tenido y que no sabía que siempre había querido y necesitado.
Les agradezco a mis amigas que me enseñaron de verdadera sororidad, que entre mujeres no tiene porque haber envidias, del apoyo y de la complicidad que solo las mujeres nos sabemos dar entre nosotras. A todas las admiro, de todas he aprendido y a todas les deseo siempre que su brillo y su luz nunca se las apague nadie.
Hoy, ahora en la vida adulta, más bien el dilema es si la amistad entre hombres y mujeres (heterosexuales al menos), realmente existe o no. ¿Ustedes de qué team son? Pero bueno, ese es tema para otra entrada del blog.
¿Saben de qué otras mujeres estoy agradecida? De las de mi familia. Agradezco por mis cuñadas que aman a mis hermanos y los hacen felices, y que son hermanas nuevas para mí. Agradezco por mis sobrinas que hicieron papá a mi hermano y como consecuencia, lo hicieron un mejor hombre, agradezco especialmente por Sophi, mi sobrina menor, que me sacó mi lado maternal que no sabía que tenía. Y por sobretodo, agradezco por mi mamá que es la mejor mujer que conozco, y que espero que a ella la vida también le haya enseñado, como a mí, a que una verdadera amistad entre mujeres es de lo más lindo que hay.
Gracias siempre por leerme. <3
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