Carta a Sophi.

El 01 de enero del 2015 empezó un año, pero también empezó tu vida, naciste justo cuando un nuevo año en el calendario empezó a correr, ¡qué precisión!, desde el día que llegaste a este mundo ya estabas dejándonos ver cómo ibas a ser; precisa, metódica, pareciera que decidiste estratégicamente comenzar tu vida en orden. Desde ese momento los años nuevos no volvieron a ser los mismos.

Siempre he sido fan de las cartas, todas las cartas que me han dado a lo largo de mi vida las tengo guardadas, cartas de amigos, de familia y hasta de novios, y me encanta la idea de leer por primera vez una carta que fue escrita tal vez años atrás, porque es como congelar un momento, un sentimiento específico en el tiempo. Eso me inspiró a escribir algo para vos hoy.

En este momento tenés 6 años, bueno, en unos pocos meses vas a cumplir 7, siento que fue ayer que te fui a conocer al hospital, y justo hoy en la mañana vi una foto que nos tomamos juntas el fin de semana que acaba de pasar y pensé: “quiero que Sophi y yo nunca dejemos de ser así de pegas”, y es un deseo real. Me encanta la relación que hemos construido y deseo de todo corazón que siga siendo así, deseo que en mí siempre puedas encontrar más que una tía, una amiga, alguien en la que puedas confiar y con quien te sientas segura, protegida y apoyada.

No sé si algún día vos misma vas a leer esto, espero que sí. Tampoco sé si para el momento en que lo llegues a leer voy a seguir estando en tu vida o si mi deseo siguió siendo una realidad, también espero que así sea, voy a poner todo de mí para que se cumpla, lo prometo. Eso es lo bonito de leer cosas que se escribieron tiempo atrás, que tenemos la posibilidad de ver el futuro de alguna forma, aunque ya estemos en el, y hasta nos puede poner un poco nostálgicos.

Para mí, tu llegada a este mundo fue un cambio radical, aunque yo no sea tu mamá, porque hasta ese momento yo era la pequeña de la casa, nunca había tenido un bebé cerca en la familia, nunca había vivido ese proceso con nadie, y tus papás me dieron la oportunidad de vivirlo con vos, ¡qué emocionante! Estaba apenas empezando la U cuando supimos que venías en camino, aún me acuerdo de esa llamada que hizo tu papá para darnos la noticia.

Recibirte en este mundo fue una mezcla de un montón de sentimientos, desde la alegría hasta los celos, porque como te digo, hasta que llegaste vos yo era la bebé, pero, ¿te cuento un secreto? Yo siempre quise una hermanita, alguien que fuera mi compañía, pero nunca llegó, y justo cuando yo comenzaba a convertirme en un adulto, llegaste vos a nuestras vidas, ¡gracias! Gracias por venir y quedarte.

Desde que te conocí supe que quería ser para vos la tía que yo nunca tuve, el adulto, aparte de tus papás, al que puedas acudir con cualquier problema, incluso los que no quieras contarle a ellos. Quiero ser tu confidente. No quiero que te parezcas ni un poquito a mí, ni que quieras ser como yo, pero sí quiero poder darte un consejo, poder ser tu ejemplo -ejemplo de como hacer las cosas bien o incluso ejemplo de lo que no hay que hacer-, quiero verte crecer, que te conozcas a vos misma, que cometas tus propios errores, quiero verte triunfar, quiero verte cumplir sueños -los que sea que tengas, por más locos o imposibles que parezcan-, quiero verte construir tu vida, quiero verte ser feliz, y también quiero que sepas que voy estar ahí cuando te equivocas, cuando necesites un abrazo, un consejo o una gomita. Quiero que te sientas feliz de tenerme como tu tía y que sepás que no importa lo que esté pasando, mientras yo exista vos nunca vas a estar sola.

Me emociona mucho pensar en el ser humano en el que te vayas a convertir, me emociona mucho pensar en todos los eventos importantes de tu vida en los que podría estar yo presente -desde ya estoy sumamente orgullosa de tu sola existencia-, y me llena mucho el corazón ver a mi hermano siendo papá, también he estado muy orgullosa de él desde antes de que llegaras.

Sos un ser humano hermoso, llena de alegría, de curiosidad y de amor, nunca dejes que tu brillo se apague, nunca dejes que nada de lo que pueda pasarte cambie eso tan lindo que llevas dentro. Viniste a ser luz en nuestra familia, y nos hacia mucha falta algo así, viniste a unirnos un poco más, viniste a enseñarnos, viniste a hacernos querer ser mejores personas, viniste a cambiarnos los nombres, nos convertimos en papá, tita Letty, tito Toño, tío Joey y Titi, ¡qué hermoso fue escucharte decirnos así por primera vez!

No sé si algún día yo vaya a tener mis propios hijos -tal vez para cuando llegues a leer esto ya tengas un primo o prima, o tal vez no-, si algún día yo llegara a convertirme en mamá, tengo que agradecerte a vos por despertar ese instinto en mí, por enseñarme lo difícil, pero al mismo tiempo lo hermoso que es ver a alguien crecer, por enseñarme el amor incondicional que tengo dentro por alguien nuevo.

Aunque en este momento no queras que yo me case ni tenga hijos porque queres tenerme solo para vos, me da mucha ilusión pensar en que podás estar ahí para jugar con ellos y cuidarlos como yo lo hice con vos -espero que los llegués a amar al menos la mitad de lo que yo te empecé a amar a desde que te vi por primera vez-.

El que me hayas bautizado como Titi significa el mundo para mí, me siento única y especial, me diste un título que llevo con mucho orgullo y que he prometido cuidar, porque solo soy la titi de Sophi y no quiero que eso cambie nunca. Quiero que siempre recordés que tenés un espacio enorme en mi vida y que siempre voy a querer estar presente en la tuya.

La vida es complicada, pero también es hermosa, y vos has ayudado a que la mía sea aún más bonita con tan solo haber llegado a ella, gracias por ser vos.

Te amo, pulgui,

Titi.