¡No me jodás! La que un día se cansó de complacer a los demás

¿No les pasa que tienen la necesidad de quedar bien con todos? A mí me pasa, muchísimo. Un día me di cuenta que era capaz de dejarme a mí a un lado con tal de complacer a otra persona, y no me refiero necesariamente a una pareja, lo hago con todos. Fue otro de mis golpes de realidad, porque aunque no lo crean, es algo que sale natural, como parte de mi personalidad, y como se imaginarán, es difícil controlarlo, incluso en mi primera entrada mencioné que una de las cosas que más disfruto es saber que puedo ayudar a los demás, bueno, a veces me paso de complaciente, lo que tampoco está bien.

Admiro muchísimo a las personas que pueden decir; fuck it! Y seguir por el camino que los satisface a ellos mismos y no a los otros, ¿cómo hacen?

Yo siempre tuve la tendencia a querer caerle bien a todo el mundo, aunque tal vez algunas personas me digan que no parece, siempre quería quedarle bien a todos, hacer felices a todos, y si eso no pasaba, yo automáticamente me sentía mal. Lo más ironico de todo es que a largo plazo, por comportarme así, igual llegaba a sentirme mal, ¿saben por qué? Porque no hacia lo que a mí me hacía feliz, lo que yo quería, me dejaba a un lado. Al final del día terminaba siempre decepcionada porque esperaba que la gente hiciera lo mismo por mí, y bueno, ya se imaginarán que muchas veces eso no pasó así. Esto afectó todas mis relaciones, y de nuevo, no solo de pareja.

No podemos andar por la vida esperando que la gente haga lo mismo que nosotros hacemos por ellos, así no funciona. Me costó mucho aprender que todos reaccionamos diferente y no puedo andar echándole la culpa a la gente porque no reaccionan como yo quiero, se supone que nuestros actos deben ser desinteresados, y está bien querer hacer algo lindo o amable por alguien más, pero claramente todo debe tener límites, y ese límite es dejar de priorizar a otros por encima de nosotros mismos. Suena muy egoísta, yo sé, pero solamente los años nos enseñan a que ser egoístas a veces está bien, y en realidad no es egoísmo, es amor propio.

Lamentablemente en la vida hay muchas personas que se aprovechan de nuestras buenas intenciones, otras que sin darse cuenta solo se acostumbran a que nosotros estamos bien con todo y como dicen, “se montan”. Luego, lo peor pasa, explotamos un día porque nos encontramos en un círculo vicioso en el que nos acostumbramos a que otros sí y nosotros no, lo que claramente nos va a causar mucha frustración.

Una vez alguien muy importante para mí me dijo que recuperara de nuevo mi brillo, y yo ni siquiera me había dado cuenta que lo había perdido y entonces lo vi, efectivamente yo tengo un brillo, todos tenemos uno, esas cosas que nos caracterizan y nos hacen únicos, eso es lo que perdemos cuando andamos por la vida complaciendo solo a otros. Después de esto se me hizo más fácil decir, ¡no me jodás! Cuando no estoy de acuerdo con algo, se me hizo más fácil hablar de lo que me molesta o lo que no me parece, sin preocuparme si la otra persona se molesta conmigo o no. Supe que mi vida es solo una, y nadie me la va a devolver, el tiempo es prestado, y no es justo que lo gaste en todos, menos en mí. Si no nos cuidamos a nosotros mismos, si no nos hacemos felices, si no nos amamos, nadie lo va a hacer por nosotros.

Como siempre, intenté escoger de foto de portada alguna que se relacione con lo que estoy escribiendo, y bueno, siempre he pensando que esta foto es la que mejor ha capturado ese brillo que es solo mío.

Si a ustedes, como a mí, les da satisfacción hacer cosas por otras personas, ¡háganlo! Aún sigo pensando que no hay como hacer feliz o ayudar a alguien más, pero no comentan el error de no pensar en ustedes primero. Yo soy como soy, con errores, con mucho por aprender todavía, pero valgo muchísimo, me merezco muchísimo, y no voy a dejarme a un lado, porque nadie me va a priorizar como yo debería hacerlo.

Hagan suya su vida, disfrútenla, sepan cuando decir no, hablen de lo que no les gusta, y de vez en cuando, ¡sean egoístas! ;)