Todo lo bueno pasa… y todo lo malo vuelve.

El título parece un poco pesimista, ¿verdad? Pero esa es la vida, y no quiero parecer como esas personas que ven solo lo malo, pero a veces necesitamos ver esa realidad, salirnos de la burbuja en la que estamos, queriendo que nada malo pase nunca porque bueno, la vida no funciona así. No digo que sea bonito, no digo que nos tiene que gustar, pero tenemos que vivir también esos momentos adversos, lastimosamente no podemos brincarlos.

Yo personalmente tengo unos días de estar en un lugar oscuro, y debo ser honesta, estoy DESESPERADA por salir, la paciencia no es una de mis virtudes, soy de las personas que quieren todo para ya, así que se imaginarán como están mis niveles de estrés en estos momentos. Y es curioso porque para mi, el mundo se me está cayendo, pero si veo mis problemas desde fuera, no son tan graves, aún tengo un millón de cosas por las cuales sentirme agradecida y otro millón de cosas que están saliendo bien. Tengo un incendio por un lado, pero hay un arcoíris en otro, y creo que ser consciente de eso me ha ayudado a bajar mis niveles de intensidad, y también soy fiel creyente de que cuando quitamos pensamientos negativos de la cabeza, todo comienza a salir bien, así de poderosa es la mente, por lo que hoy estoy escribiendo esto confiada y segura de que poco a poco, las cosas que me están afectando van a empezar a arreglarse.

Justo por lo anterior es que quería escribir esta nueva entrada en el blog, porque nunca es un mal día para ser conscientes de que en la vida todo pasa. Si en este momento todo es perfecto y todo está saliendo bien, te garantizo que tarde o temprano, algo va a salir mal, algún estrés va a llegar a tu vida, y está bien también, no todo puede ser perfecto, ¿si no cuál sería la gracia de estar vivos? Y si, yo sé, todo suena muy bonito y algunos podrán estar pensando: “ni que fuera tan fácil” y tienen toda la razón, no es para nada fácil, decirlo es fácil, la práctica es la que es una mierda. Estar pasando por una situación complicada no tiene nada de bonito y hay que hacer un esfuerzo ENORME para no dejarse caer y ver el lado positivo, pero, ¿saben por qué es importante mantenerse a flote? Porque si nos dejamos hundir por algo malo que nos esté pasando, vamos a seguir atrayendo esas energías, vamos a vivir molestos o tristes todo el tiempo, y ese no es el punto, ahí es donde hay que recodar: “todo pasa”.

¿Se acuerdan de algún momento en su pasado que estaban viviendo algún problema que los atormentaba y no veían solución?, ¿qué pasó con ese problema?, muy probablemente la mayoría ni se acordaba de eso, algo que en su momento no los dejaba dormir, ya pasó, y tal vez hoy es otra cosa la que les quita el sueño, ¿y adivinen? También va a pasar.

Eso si, he notado que entre más adultos somos, los problemas se vuelven más complicados, y tiene sentido, crecer es como ir subiendo de nivel en la vida, ¿y qué pasa cuando subimos de nivel? Diay, la cosa se pone más difícil. Asi es, así es la vida, no podemos pretender que sea perfecta. Incluso aquellas personas que vemos que parece que tienen todo bajo control, algún incendio tienen, tuvieron, y definitivamente van a tener, por eso es importante no compararnos con los demás. Todos vamos a cometer errores diferentes, la vida nos va a poner retos diferentes porque todos necesitamos aprender cosas diferentes, crecer a nuestro propio ritmo.

Yo aún estoy tratando de entender cómo funciona la vida del adulto, estoy sufriendo mucho ahora, pero así de mucho estoy aprendiendo. Tengo fe de que al final del día, todo va a salir bien, que mis problemas de este momento duren lo que tengan que durar, y cuando se vayan, lo voy a festejar tanto, pero lo que no quiero es estancarme ahí, porque si no, cuando me toque recibir un nuevo problema, se me van a ir acumulando, y mis momentos de paz en los que todo sale bien me gustan mucho como para no disfrutarlos como se merecen. Eso no quita que me cueste un mundo y más tener tranquilidad cuando más ansiosa y estresada estoy, eso no quita que tengo días oscuros como les decía, que tengo días que no quiero levantarme de la cama, que no quiero salir, que no quiero trabajar… yo tengo una frase que digo siempre que tengo mucho en mi plato y siento que no puedo manejarlo: “quiero que la vida me dé un break”, a veces solo quiero 5 minutos en donde pueda no pensar en nada, en donde pueda volver a un momento en donde no tenía tanto estrés, tantas responsabilidades y tantas cosas que manejar sola, pero a veces no se puede, la mayoría del tiempo la vida solo continúa y yo tengo que seguir prestándole mi atención.

Al inicio les dije que yo no tenía paciencia para nada, hoy entiendo que todo lo que me quita la paz en este momento es porque requiere paciencia, necesita tiempo para solucionarse, es la vida tratando de enseñarme, ¿y qué puedo hacer yo? tragarme la lección que quiere darme a ver si algún día aprendo, cosa que veo difícil porque ya muchas lecciones me ha dado y seguimos aquí, pero ya mi mamá me había dicho que soy muy cabezona, todo mal, pero aquí seguimos.

Así que… si tienen un problema ahorita, una situación complicada que les está quitando la paz, no olviden que va a pasar, tarde o temprano, no se rindan, manténganse ahí resistiendo que pronto la misma vida nos va a dar el break que necesitamos. Y si todo está muy bien, acuérdense que también va a pasar, y cuando suceda, no olviden que no estas solos, no se sientan mal ni se castiguen que a todos nos pasa. Tratemos de disfrutar el hoy, aunque a veces se ponga complicado.